Riesgo residual y resiliencia

Las inundaciones son un tema recurrente en la Argentina y en otras regiones. Las consecuencias suelen ser devastadoras, por la pérdida de vidas que generan y luego por el costo económico y social que traen aparejado. La “Pampa Húmeda” es una de las zonas más productivas del planeta, pero también de las más afectadas por las inundaciones. Dada su importancia económica, las pérdidas materiales por las inundaciones pueden llegar a ser cuantiosas en el orden de cientos de millones de dólares. Esto es así porque esta zona tiene la particularidad de ser extremadamente plana (con muy bajas pendientes), por lo que el escurrimiento de las aguas se hace muy lento y todo intento de evitar las inundaciones a través de obras de almacenamiento y drenaje, no puede eliminar el riesgo, sino en el mejor de los casos mitigarlo o disminuirlo, pero siempre quedará un significativo riesgo residual con el cual convivir.

Más allá de las pérdidas en términos absolutos, hay diferencias importantes en cómo las inundaciones afectan a cada productor en función de la ubicación y tamaño de su lote, y la capacidad financiera del propietario. Este problema remite al concepto de "vulnerabilidad", que explica que la afectación, en este caso del productor, es el resultado de la combinación entre el grado de exposición al fenómeno (la cantidad de veces o frecuencia con que se inunda y el nivel de inundación) y el grado de sensibilidad del sistema afectado, representada en este caso por la capacidad financiera del perjudicado para recuperarse y comenzar de nuevo luego de la inundación; y la resiliencia, en otras palabras, la capacidad del sistema de adaptarse cada vez de mejor modo a hechos similares en el futuro.

A continuación se verá la aplicación de este enfoque al caso de las inundaciones en los campos del Partido de Junín, en la Provincia de Buenos Aires, una década atrás. El partido de Junín ocupa 2.263 km² de la llanura Pampeana, a una altitud de entre 62 y 96 metros sobre el nivel del mar. Limita al noroeste con General Arenales, al noreste con Rojas, al este con el Chacabuco, al sudeste con Bragado, al sur con General Viamonte, al sudoeste con Lincoln y al oeste con Leandro N. Alem. El clima es templado. La temperatura varía entre 16 °C y 24 °C en enero y 8 °C en julio. La humedad promedio es del 75% y llueve unos 900 mm. anuales y tiene una población de aproximadamente 85000 habitantes.

Las siguientes imágenes indican los niveles de afectación de las parcelas que conforman el partido de Junín durante las inundaciones de los años 2001 y 2005. Se observa que si bien fueron muchas las parcelas afectadas, no todas lo fueron en la misma medida.

Posición de los tweets relacionados al granizo para el 08/10/2018
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El enfoque de vulnerabilidad presentado antes permite definir estrategias más eficientes ante problemas como las inundaciones, dado que posibilita actuar en tres ámbitos distintos: la mitigación de la exposición a través de obras estructurales de infraestructura (por ejemplo el Plan Maestro de la Cuenca del Río Salado), la sensibilidad del sistema a través de medidas como nuevas legislaciones para el uso del suelo y sistemas de alerta temprana, y la capacidad de adaptación a través, por ejemplo, de mecanismos de seguros paramétricos o fondos estatales de compensación de pérdidas que prevean la necesidad de subsidios ante este tipo de problemas.

En BerecoLabs hemos desarrollado modelos que permiten explorar estrategias integrales de gestión de territorios que logren disminuir la vulnerabilidad de los productores, ciudadanos y gobiernos locales. El resultado último es también el incremento de la resiliencia de los territorios frente a la variabilidad y el cambio climático. Además estos nuevos abordajes permiten el desarrollo de nuevas herramientas basadas en la superabundancia de datos (Big Data) y el de nuevos algoritmos más poderosos y con capacidad de aprender del pasado y de los impactos de los eventos extremos.