¿Cómo propulsar el mundo sin destruirlo?
Es uno de los desafíos más difíciles de las próximas décadas. Los sistemas crecen en tamaño y complejidad volviendo más grandes e impredecibles sus desafíos y sus impactos, pero también están aumentando y volviéndose cada vez más viables las alternativas energéticas que tenemos para satisfacer las distintas demandas como la movilidad, las comunicaciones, las ciudades y las industrias. Una variedad de organizaciones y estudios muestran que ya está en marcha una cambio significativo en las matrices energéticas de distintas regiones del mundo (World Energy Council).
Un aspecto clave para dar respuesta a este desafío es la creciente información que tenemos acerca de ellos y la capacidad de usar esa información para mejorar los modos de demanda, las estrategias de crecimiento de la oferta y la gestión de la energía en nuestra sociedad. La captura, manejo y análisis inteligente de esa información en base a algoritmos inteligentes es la clave para aumentar el uso racional y eficiente de la energía y aquí mostramos algunos de ejemplos de cómo hacerlo.