Caminos inteligentes en la Pampa Húmeda

La Cuenca del Río Salado es una de las más extensas de Argentina, concentrando gran parte de la producción productiva y de los núcleos poblacionales luego de la Región Metropolitana. Junín es un departamento ubicado en la subcuenca A1, en la Provincia de Buenos Aires. Es el asentamiento con más de 90 mil habitantes surcado por una rica red hidrográfica compuesta por ríos y lagunas.

Como consecuencia del cambio climático, se presentan en la región variaciones climáticas extremas, generando de forma recurrente inundaciones y sequías que afectan tanto a los sistemas productivos, impactando en la competitividad de la región, provocando daños sociales y ambientales, en detrimento de la calidad de vida de la población.

En este Lab exploramos el riesgo de los principales caminos del Municipio de Junín, Provincia de Buenos Aires, continuando con el análisis que se desarrolló en el Lab “Resiliencia al Cambio Climático: Inundaciones”.

El riesgo se define como la combinación de la probabilidad de que se produzca un evento (en este caso precipitaciones) y sus consecuencias, definido por el grado de vulnerabilidad del sistema al que afectan.

Riesgo=Vulnerabilidad x Amenaza

La vulnerabilidad es una variable multidimensional, la cual contempla diversos factores como ser: físicos, culturales, psico-sociales, ambientales, económicos y político-institucionales entre otros. Comprende el grado de exposición a sufrir algún daño por manifestación de la amenaza - natural o antrópica.

En este caso de estudio, se creó un perfil de vulnerabilidad para cada uno de los caminos correspondientes a la red vial del Instituto Geográfico Nacional. Éstos fueron valorados empleando un rango entre 0 y 3 incorporando la siguiente clasificación:

Tuits georreferenciados sobre el estado del transporte público y privado en la ciudad de Buenos Aires

El puntaje asignado para cada camino surge de la combinación de los parámetros detallados. Así, una Ruta Nacional, con calzada de tierra y cuya longitud fuera mayor a 25 km obtendría el de mayor valor, por otro lado un Camino Terciario, de pavimento menor a 500 m de longitud obtendría el menor valor.

Finalmente, se evalúa el riesgo del camino, cruzando las variables anteriormente detalladas junto con las diferentes recurrencias de los eventos extremos (asociados al exceso de precipitaciones) según la ecuación que se detalla a continuación:

Se sumatoria se realiza a lo largo de los distintos períodos de retorno (recurrencias) estudiados: 2, 5, 10, 50 y 500 años respectivamente. Los resultados del análisis se contemplan en los mapas a continuación:

Tuits georreferenciados sobre el estado del transporte público y privado en la ciudad de Buenos Aires

La sumatoria se realiza a lo largo de los distintos períodos de retorno (recurrencias) estudiados: 2, 5, 10, 50 y 500 años respectivamente. Los resultados del análisis se contemplan en los mapas a continuación:

Figura 1. Riesgo de los caminos.

Luego, se suponen distintos escenarios de afectación y se observa cómo respondería el sistema en su conjunto antes estas condiciones. Se estudiaron los escenarios correspondientes a los períodos de recurrencia de 2, 5, 10, 50, 100 y 500 años. Esto permite conocer el comportamiento y la respuesta del sistema frente a diversas condiciones hidrológicas y actuar en consecuencia fin de mitigar los impactos a través de medidas estructurales y no estructurales.

Figura 2. Riesgo de los caminos para un escenario con inundación correspondiente a un período de retorno de 2 años.
Figura 3. Riesgo de los caminos para un escenario con recurrencia de 5 años.
Figura 4. Riesgo de los caminos para un escenario de recurrencia de 10 años.
Figura 5. Riesgo de los caminos para un escenario de recurrencia de 50 años.
Figura 6. Riesgo de los caminos para un escenario de recurrencia de 500 años.

En conclusión, para proteger el desarrollo en áreas afectadas por la variabilidad y el cambio climático es necesario gestionar los riesgos asociados a las amenazas climáticas. Este tipo de análisis permite poner en evidencia las características y las circunstancias de una comunidad o sistema. Tiene un carácter multidimensional, el cual se expresa a través de diversas dimensiones: físico, cultural, psico-social, ambiental, económico, político e institucional.

A partir de estos resultados podemos establecer un orden de prioridades. Discriminando puntos de mayor riesgo sobre los que se debe actuar primero. Permitiendo aumentar la eficiencia de los recursos asignados a este tipo de problemáticas.

La identificación y reducción de estos riesgos puede ayudar a proteger a las personas, sus medios de vida y sus bienes.

Por último, la generación de escenarios nos ayuda a entender cómo va a evolucionar un sistema y los posibles impactos de las distintas amenazas. Genera elementos para pensar estrategias que permitan orientar la realidad hacia los mejores escenarios evitando o disminuyendo las posibilidades de caer en los peores escenarios.