Inversión térmica: desentrañando un fenómeno oculto.

La población humana continúa experimentando un sostenido crecimiento. Según datos del Banco Mundial en el año 2019 la cantidad de personas ascendió a un total de 7.674 millones. En este contexto, la producción de alimentos adquiere un rol central en la discusión sobre el futuro de la humanidad y sus desafíos. Innumerables cambios se han suscitado en el sector agrícola en los últimos 30 años. En este sentido, el sector tecnológico ha jugado un papel vital aportando soluciones y complementos valiosos para los problemas de los actores del sector agropecuario.

Otra de las consecuencias del crecimiento poblacional es la expansión de las ciudades, y el consecuente acercamiento entre los límites de lo urbano y lo rural. Generando, de este modo, una mayor conexión entre ambos “mundos” y también una serie de controversias, principalmente, en torno a la aplicación de fitosanitarios.

Desde BerecoLabs tenemos un gran interés en colaborar para encauzar la producción agrícola en un camino hacia la sustentabilidad. En este sentido, hemos detectado que existe un dilema entre la aplicación de fitosanitarios y un fenómeno meteorológico llamado inversión térmica. Este fenómeno se presenta prácticamente todos los días, comenzando durante la puesta del sol y pudiendo extenderse hasta pasado el amanecer. Durante este período, el suelo pierde calor por radiación y enfría el aire más próximo volviéndolo más pesado que el aire que está inmediatamente por encima. Así, queda invertido el perfil térmico normal, y ahora la temperatura aumenta con la altitud. Esto genera que al realizarse una aplicación fitosanitaria en estas condiciones, las gotas pequeñas quedan suspendidas sobre una capa de aire densa en la parte inferior y muy liviana en la superior lo cual retarda drásticamente su descenso, pudiendo incluso trasladarse grandes distancias antes de caer o evaporarse. De este modo, queda claro que pulverizar bajo estas condiciones conlleva un grandísimo riesgo y está altamente contraindicado.

La forma más sencilla de evaluar y diagnosticar la ocurrencia del fenómeno de inversión térmica es midiendo la variación en la temperatura a diferentes alturas (por ejemplo 1m y 2.5m). Así, una temperatura mayor en el medidor más elevado que en el subyacente arroja una alerta de inversión térmica, y la magnitud de esta diferencia nos indica la intensidad de la misma. Lamentablemente, este instrumental no se encuentra difundido en nuestro país y han habido sólo unas pocas experiencias en torno a estas mediciones.

Desde BerecoLabs, y en conjunto con la empresa Corteva Agriscience, nos propusimos profundizar en el conocimiento del fenómeno para lograr una mayor comprensión del mismo y poder generar herramientas que redunden en un beneficio para todos los actores del sector y encaucen la producción en un camino de sustentabilidad. Se decidió comenzar con un polígono “piloto” ubicado en la zona Centro Norte del país, abarcando gran parte de las provincias de Santiago del Estero y Chaco. Como la generación y disponibilidad de datos climáticos de campo en la zona era realmente escasa (o nula), se decidió instalar 10 estaciones meteorológicas, estratégicamente distribuidas en el territorio.

Estas estacione se sumaron a 2 ya existentes y activas en la zona, totalizando así 12 puntos de medición y transmisión en tiempo real de las siguientes variables:

  • Temperatura
  • Humedad relativa
  • Presión atmosférica
  • Velocidad del viento
  • Dirección del viento

Además, y como principal atractivo de este proyecto, se decidió colocar en la mitad de estas estaciones la medición de temperatura a dos alturas: 1m y 2.5m. Como se dijo, este instrumental es clave en la detección y el estudio del fenómeno de inversión térmica.

Figura 1. Medición de temperatura a dos alturas: 1m y 2.5m / Pampa del Infierno, CHACO.

En BerecoLabs aceptamos el desafío. Apostamos a la generación de datos de campo, el estudio de las diferentes variables climáticas involucradas y su relación con los distintos fenómenos. En este caso, apuntamos a aumentar el conocimiento sobre la inversión térmica, con el objetivo de generar nuevas herramientas que sean de utilidad para los usuarios del sector agropecuario.